de Myrza Marilys Lassus
En medio de las pruebas y dificultades hay esperanza de vida. Nuestro Padre celestial es "Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en toda tribulación nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios". 2 Corintios 1
Si preguntáramos a cada uno de nosotros si estamos pasando un momento difícil o alguna preocupación, todos tuvieramos una historia que contar. Pero la palabra no nos llama a rápido contar nuestra historia, sino a usar nuestra historia, nuestras experiencias, nuestro conocimiento y nuestras luchas para consolar y ayudar a nuestros hermanos. ¿Te has preguntado, "si yo hubiese sabido 20 años atrás lo que se hoy, no hubiese hecho esta decisión o aquella...."? Quizás en aquel momento necesitabas a una persona que te consolara o te ayudara a pasar por una situación usando sus cicatrices para guiarte por el camino correcto. Así la palabra nos muestra que estamos presentes los unos por los otros para ayudarnos y levantarnos; usando la gracia de Dios, no nuestra sabiduría carnal.
La palabra dice que de la manera que compartimos los sufrimientos, así también compartimos de la consolación. Ruego a Dios que seamos sencillos de corazón para aceptar consuelo de nuestros hermanos cuando lo necesitamos y que seamos humildes para consolar. Muchas veces necesitamos de consolación y nos resistimos a recibir.... pero cuando recibimos consolación de nuestros hermanos, vemos la gracia y la misericordia de nuestro Señor Jesucristo a través de ellos. No es por nuestras fuerzas.... sino por su gracia.
Mi oración hoy es que a cada uno de nosotros, Dios llene nuestra copa de gozo y paz.... y que revista nuestras vidas de una experiencia nueva y fresca del Espíritu Santo. Dios les siga bendiciendo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario